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jueves, 23 de enero de 2014

VIVIENNE WESTWOD

Vivienne Westwood, es una diseñadora de moda británica considerada como la principal responsable de la estética asociada con el punk y el New Wave. El color de su pelo se ha convertido en una de sus características, y esta imagen es ya, casi icónica.
Nació en un pequeño pueblo del este de Inglaterra llamado Tintwistle, el 8 de Abril de 1941, en pleno estallido de la Segunda Guerra Mundial cosa que ella siempre dice que le ha marcado, haber vivido la postguerra. Por aquel entonces se llamaba Vivienne Isabel Swire, y era simplemente la hija de un empleado en una fábrica de aviones y de una ama de casa.
Como su espíritu inquieto comprendió que en su pequeño pueblo no iba a suceder nada importante. Desde pequeña siempre tuvo un gran interés en el arte, la creación en todos sus aspectos, la moda y el diseño, lo que le llevó a estudiar moda y grabado en plata en la escuela de Arte de Harrow, que era parte de la Universidad de Westminster, ya cuando estaba ubicada en Londres.
Lo que más sorprende de esta mujer que ahora tiene un verdadero imperio con miles de tiendas y sub-marcas bajo su nombre, es que no se dedicó a la Moda o al Arte, como ella quería, justo al terminar la carrera. Su respuesta a ello es:  “I didn’t know how a working-class girl like me could possibly make a living in the art world.” Así, aunque con sus estudios de Moda bajo el brazo, Vivienne Westwood comenzó a trabajar en una fábrica mientras se puso a estudiar Magisterio en la Universidad, convirtiéndose poco después en una profesora de educación primaria en el norte de Londres. Poco después conoció a su primer marido, Derek Westwood, con el que en 1962 se casó y tuvo un hijo, Ben, perdurando el matrimonio hasta 1965 cuando Vivienne conoció a Malcolm McLarenk, otro gran innovador. Su traje de novia se lo hizo ella misma. Se hicieron pareja y en socios, y montaron la tienda “Let it Rock”, en King”s Road, un establecimiento, donde la diseñadora comenzó a exhibir sus diseños extravagantes, que combinaba la música con la moda y terminó creando un estilo de vida propio y siendo durante años la cuna de la modernidad.
En plena efervescencia londinense, la tienda transformaba su apariencia cada cierto tiempo para acondicionarse a los vaivenes de la moda que ellos mismos inventaban. En 1974 decidieron bautizarla como “Sex”, porque McLaren se había convertido en el manager de un grupo puntero, “Sex Pistols”, creadores de un nuevo movimiento musical conocido como “punk”, en el que Vivienne Westwood reinaba por derecho propio.
La estética punk comenzó después del primer recital de los Sex Pistols donde la banda usó diseños de la pareja que incluían, o incluyeron luego, elementos del fetichismo, imperdibles (tomados de la estética de Richard Hell, una personalidad importante en la escena punk neoyorquina), cadenas, navajas de afeitar y el característico cabello en punta, entre otros. La inclusión de elementos del diseño tradicional británico contribuyó a formar la imagen chocante, polémica y antisocial del punk.
La excentricidad y la anarquía eran dos de los lemas de la ropa que creaba Vivienne para su numerosa clientela procedente de las calles, llegando a diseñar ropa de goma, cuero o charol. Su colección de 1976 la denominó “Esclavitud”, en la que las prendas se presentaban claveteadas, llenas de hebillas, cremalleras y correas. Fue un éxito total, el mundo copiaba las ideas de Westwood.
La era del Punk tocó a su fin y los 80 llegaron y vieron la consagración de Vivienne Westwood como una gran diseñadora y como su expansión de lo que empezó a ser su imperio de Moda.
En 1981 la tienda vuelve a cambiar de nombre por “World”s End” y  se presenta “Pirata”, su primera colección en la que aparecen pantalones de montar y cortes asimétricos, con la que obtiene excelentes críticas, al siguiente año coloca sujetadores sobre la ropa y exhibe tejidos maltratados en “Nostalgia of Mud”, y en el siguiente con “Sorcières” aparecen las zapatillas de deporte en la pasarela por primera vez. Vivienne toma entonces la decisión de trasladarse a París para realizar sus espectaculares desfiles y es en esta ciudad en donde casi cada año se pueden seguir admirando sus creaciones. ‘Pirata’, se llevó también a Paris en el año 1983, convirtiéndose en la primera diseñadora británica en hacer tal cosa desde Mary Quant.
Y en 1984, su colección fue presentada en Tokio.
En 1985, con “Minicrini”, lanza los zapatos de plataforma, una pieza absolutamente Westwood, como sus corsés, los trajes sastre en tweed escocés y los tailleurs con polisón.
Durante la década de los 80 siguió desarrollando colecciones de mujer de ready-to-wear pero en los años 90, empezó a preocuparse más por la alta costura y acabó desarrollando su primera colección masculina en el año 1990, la cual presentó en Florencia. Ese mismo año, fue galardonada con el título de diseñadora británica del año, que volvió a ganar un año después, en 1991.
Sin duda Vivienne ha hecho que el tejido de lana con el que se realizan los cuadros escoceses sea una estrella de la vanguardia que hoy en día luce el cantante Robbie Williams en sus conciertos.
Descarada e iconoclasta, su imagen con la falda levantada sin llevar ropa interior delante del Palacio de Buckinham continua apareciendo cada cierto tiempo y con ella el espíritu provocativo que la ha llevado a experimentar sin temores ni restricciones.
En 1992, decide casarse con Andreas Kronthaler, 25 años más joven que ella, y que fue un estudiante suyo, que ocupa el puesto de director creativo y principal diseñador de Vivienne Westwood Man. Westwood, que siempre hace apología de querer vivir una vida sencilla y no hacer ostentación de su riqueza seguía viviendo en un modesto council flat, como hacía en su época con McLaren, durante 30 años, hasta que Andreas consiguió convencer a la diseñadora para que comprasen y se mudasen a una casa de estilo Barroco Inglés de más de 300 años de antigüedad que perteneció a la madre del Capitán Cook.
Vivienne Westwood es una de las pocas diseñadoras que pueden participar de manera activa en todo el proceso creativo de sus colecciones. Eso es desde que una idea es plasmada en un papel, hasta que es llevado por una modelo en una pasarela. Sabe dibujar, patronar, cortar, coser y modelar, y además, sabe hacer punto. En su fábrica, donde todo el proceso creativo de la marca es llevado a cabo, y a donde por cierto ella llega siempre en bici, tiene un pequeño maniquí hecho a escala, (las medidas del maniquí son aproximadamente la mitad de las medidas de su cuerpo.) Con ese pequeño maniquí corta telas y modela, desarrolla vestidos y looks completos para sus colecciones que luego discute con su marido y el resto de su equipo creativo.
Bebedora constante de té, una de sus palabras favoritas es chaos y casi siempre trabaja sin luz artificial, prácticamente estando en la penumbra. Sólo enciende la luz, cuando afuera es prácticamente noche cerrada, un hábito que a su marido Andreas le pone bastante de los nervios. Nunca ve la televisión, pero adora trabajar en su jardín cuidando de sus plantas. Defensora de la mujer, su marido Andreas siempre dice que lo que más le ha enseñado, es a amar a la mujer sobre todas las cosas. Westwood siempre afirmas que: “Lo principal es la mujer, la ropa es lo secundario.” Dice que adora crear colecciones, contar historias y dejarse transportar por otros mundos, aunque también dice que el mundo de la moda le cansó y agotó durante casi 15 años. Se declara profundamente antirreligiosa, pero afirma encontrar en el arte religioso y su imaginería una gran inspiración para su moda y sus colecciones. Es una ávida lectora, y cita a Aldous Huxley, el escritor de Un Mundo Feliz, como uno de sus escritores favoritos.
Además de su faceta como creadora de Moda, es conocida por ser una gran activista política, siempre inmiscuida en luchas medioambientales o sociales. En uno de los documentales que se pueden ver de ella, hay un momento en el que se la ve, a punto de comenzar su colección en Paris y rodeada de prensa. En vez de estar centrada en las modelos y en el que todo esté a punto, se está dedicando a repartir folletos a periodistas y modelos por igual, pidiéndoles por favor que firmen la petición para que salven el amazonas, y que si no pueden hacerlo ahora, que lo hagan luego por la web.
Es una fiel defensora del medio ambiente, así como una activista pro-desarme, y siempre se la puede ver participando en eventos en contra de la energía nuclear.
Mucho antes de eso, Vivienne Westwood fue portada de la revista Tatler, vestida con un traje que era para la Primera Ministra de aquel entonces Margaret Thatcher, con el título “this woman was once a punk.” Esta portada, no sólo enfureció a la Thatcher, sino que se convirtió en una de las revistas más vendidas de todo Reino Unido.
Uno de sus últimos movimientos activistas es la Resistencia Activa contra la Propaganda, en inglés llamado simplemente Active Resistance o AR, que tiene su propio manifiesto, que creó en el año 2007. Su inspiración para esto lo encontró como no en Huxley, y tiene tres puntos principales que son la idolatría nacionalista, mentira organizada, y la distracción gratuita. Ha hecho programas de televisión y ha llevado su manifiesto a institutos y a escuelas, para expandirlo. Su manifiesto toca diferentes puntos como el cambio climático o injusticias sociales. En resumen lo que pretende con sus Resistencia Activa es abrir a la gente los ojos y concienciarla.
Desde 2009 cuenta con su propio perfume “Budoir”, muy floral y persistente, además ha hecho un diseño para uno de los relojes de la firma Swacht, zapatos Melissa y continúa creando colecciones en la que su frase “La ropa le sienta mejor a la gente que se empeña en usar su inteligencia”  es el que impera e inspira.
Siempre ha dejado patente su sentido visionario, sabiendo interpretar a la cultura juvenil urbana durante más de tres décadas.
Sus extravagancias sobre la pasarela se muestran con la intención de trasladarse a la calle, como vuelve a ocurrir con su nueva aparición en la Semana de la Moda de París. En ella mostró sobre un elegante marco su estilo irreverente y frente a modas, que vuelve a hacer de su colección Primavera-Verano 2010 una muestra de personalidad y como el estilo punk se caracteriza, una muestra de mezcla de materiales y texturas frente a todo.
Al margen de los estilismos que las modelos de Westwood tuvieron que lucir, quizá preparándose para esa renovación de la imagen de Ascot, los detalles más sorprendentes se llevaron todas las miradas. Entre los que destacaron delantales de cocina, periódicos que vender y el más peculiar de todos, un dorsal de los Juegos Olímpios de Londres 2010. El collage es uno de sus fuertes, no hay que olvidarlo.
En las texturas y estampados pasa más de lo mismo. Da igual mezclar cuadros y rayas, que estampados habituales en las coloridas ropas africanas o asiáticas.
La recuperación de estilos de décadas anteriores sigue manteniéndose vigente, de ahí looks con combinaciones de colores tan aparentemente pasados de moda.
Pero es Westwood y como tal, todo es posible de ver. Desde trenchs reconstruidos a lencería en primera plana del look, desde capas doradas a coloridos diseños llenos de garabatos y tachaduras.
Y por qué no, vestidos de aíre clásico de hace siglos reformulados por la dama del punk que sigue haciendo de las suyas sin que ni los volantes ni los corsés falten en su colección.
Cabe contar que del fruto de la tempestuosa pero increíblemente creativa unión que fueron Vivienne Westwood y Malcom McLaren, nació Joe Corre, que es ahora fundador de la famosísima marca de lencería exclusiva llamada Angent Provocateur.
Pese a todo esto, Vivienne Westwood es tan odiada y criticada como es admirada y querida. Es muy muy criticada y tachada de hipócrita al hacer apología del no consumismo cuando su ropa se vende a precios prohibitivos y también de no cumplir del todo con todas las normas y hacer de todas sus colecciones y marcas de ropa, marcas y colecciones sostenibles y no dañinas para el medio ambiente, a pesar de que es la primera defensora en contra del cambio climático.
Pero, ella siempre tiene respuestas para todo, y por encima de todo, parece que nada ni nadie va a pararla, en cualquiera de sus facetas.
Como mujer, diseñadora o activista, en Triangulo Mag pensamos que nos queda Vivienne Westwood para rato.

http://www.viviennewestwood.co.uk/

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